Ser comunidad es una estrategia de supervivencia, nos da sentido de pertenencia e identidad, nos asigna responsabilidades y derechos y nos sitúa en comunión y reciprocidad con otros seres y con los lugares de los que somos parte. Sin embargo, en el mundo occidental, la capacidad de construir y sostener un sentido de comunidad ha sido colonizada en gran medida por narrativas individualistas, de competencia y de dominación. Un gran número de personas vivimos en sociedades que glorifican al individuo, que operan desconectadas de su territorio, que se organizan principalmente mediante relaciones de consumo y extracción, que reducen cada vez más los espacios comunes, que confunden comunidad con homogeneización y que ignoran por completo a las comunidades biológicas con las que conviven.
En nuestro contexto de crisis planetaria y de colapso del sistema nos necesitamos les unes a les otres más que nunca. Es esencial reavivar nuestra capacidad de reconocer, crear, sanar y nutrir comunidades—ampliando la noción de comunidad para incluir al paisaje y los múltiples seres que lo conforman. Esto implica reconocer la complejidad que involucra el vivir en comunidad. Reconocer que las historias y discursos que nos dan un sentido de comunidad son frágiles, que la línea entre pertenencia y exclusión suele ser delgada y que forjar comunidades va a estar siempre impregnado por conflicto, relaciones de poder, crisis y otras dificultades por las que debemos de hacernos responsables. A la vez, reclamar nuestro sentido de comunidad requiere despertar nuestra creatividad para imaginar nuevas historias de pertenencia, para idear formas diversas y justas de organización, para hacerle espacio a la diversidad, para adaptar nuestras comunidades a un mundo cambiante, para cultivar vínculos con seres distintes a nosotres y para volver a vivir en reciprocidad con la red de la vida.
En esta convocatoria buscamos historias que exploren el concepto de comunidad desde diversas perspectivas. ¿Cómo re-imaginarnos como seres plurales? ¿Qué podemos aprender de las comunidades no humanas? ¿Qué crea o destruye comunidades? ¿Qué formas de organización comunitaria retan la homogeneización capitalista e individualista? ¿Cuáles narrativas pueden ampliar y fortalecer nuestro sentido de comunidad en una sociedad globalizada? ¿Cómo sanar conflictos entre comunidades y reparar los daños a las comunidades oprimidas? ¿Cómo repensar el sentido de comunidad desde el paisaje o territorio? ¿Cómo crear redes de cuidado mutuo en esta crisis sin precedentes? ¿Cómo sentirnos en comunión con algo más grande que nosotres mismes?
Estas son algunas de las preguntas que guiarán nuestra sexta entrega de la revista, en la que queremos reflexionar sobre el concepto de comunidad a través de nuestro enfoque característico: historias de no ficción creativa que se sitúan en las intersecciones entre ecología, cultura, arte y espiritualidad.
¡Esperamos con emoción tus propuestas!
¿QUÉ BUSCAMOS?
Wimblu crea y publica historias que reconectan ecología y cultura con el fin de restaurar nuestro sentido de pertenencia y conexión con el planeta. Buscamos historias de no-ficción que tengan una visión de autoría y que vinculen temas como naturaleza, espiritualidad, arte, justicia y —en este caso, el tema del Volumen 6: Comunidad
Formato
Aceptamos propuestas en cualquier formato multimedia (texto, cortometraje, largometraje, fotografía, animación, híbridos)
¿Quiénes pueden aplicar?
Autores y autoras de cualquier edad, nacionalidad, género o etnia.
¿CÓMO APLICAR?
Leé cuidadosamente nuestros lineamientos aquí y aplicá a la convocatoria del volumen 6 llenando este formulario.
Fecha límite de recepción de propuestas: